El castellano de América: una historia de quinientos años
Es
un hecho incuestionable que en América existen diversas modalidades del
habla castellana. El castellano de América no es una lengua homogénea,
sino que, por el contrario, durante cinco siglos se han desarrollado
diferentes modalidades. La anterior afirmación se puede comprobar con el
simple contacto con hablantes de otras regiones de América o
sintonizando la radio o la televisión provenientes de cualquier país
hispanoamericano, e incluso, si hacemos un recorrido por nuestro país,
encontraremos muchas modalidades del habla: los costeños del Caribe,
los paisas de Antioquia y el viejo Caldas, los santandereanos, los
tolimenses, los vallunos, los pastusos, los rolos de Bogotá, etc. En la
misma costa norte, el habla de un cordobés se diferencia de la del
cartagenero, del barranquillero, del samario, del guajiro, etc. El mismo
fenómeno podemos observarlo en España, en donde el castellano tiene
variedades producto de la influencia de los restos de lenguas
romances hermanas del castellano y de otras de distintos orígenes, ya
desaparecidas.
Estudios modernos de sociolingüística
señalan que en las comunidades urbanas, se encuentran formas habladas
de los estratos económicos, sociales y culturales. Inclusive, en estos
momentos, se considera, con mucha razón, que en casa conviven tres
lenguas: la de los abuelos, la de los padres y la de los nietos.
El dominicano don Pedro Henríquez Ureña,
propone la división de Hispanoamérica en cinco grandes zonas del
español hablado, lo que significa proponer, cinco modalidades básicas
del castellano. Es bueno aclarar que dentro de las zonas propuestas
caben otras modalidades. Esta es la propuesta de don Pedro Henríquez
Ureña:
Zona Mexicana. Comprende el Sur y
Suroeste de los Estados Unidos, México y Centroamérica. Cuando hablamos
del Sur y Suroeste de los Estados Unidos nos referimos a una extensa
zona que le fue cercenada a México por el país del norte en las
primeras décadas del siglo XIX cuando Estados Unidos comenzaba sus
aventuras imperiales. En esta zona viven millones de ciudadanos
estadounidenses de origen mexicano que hablan el castellano.
Zona del Caribe y de las Antillas.
Incluye las Antillas mayores, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana,
lo mismo que el litoral atlántico de Panamá, Colombia y Venezuela.
Zona Andina. Está conformada por los
Andes de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y el noroeste de
Argentina y Chile. Es una zona con fuerte influencia de las lenguas y
de las culturas precolombinas.
Zona Chilena. Chile, por sus
características topográficas, al norte, el desierto de Atacama; al sur,
la Patagonia; al occidente, el Océano Pacífico y al oriente, los Andes,
se aisló del resto de hispanohablantes y desarrolló su propia modalidad
del castellano.
Zona del Río de la Plata. Comprende
Argentina, Uruguay y Paraguay. El liderazgo cultural y lingüístico de
Argentina sobre esta zona es indudable. Argentina, país de inmigrantes
europeos, con su diversidad lingüística, conformó una modalidad del
habla sui géneris.
Causas de la diversidad lingüística del castellano de América
¿A qué razones obedece la formación de las modalidades del castellano en el habla de América?
Razones, por lo general, de índole
histórica y cultural, han intervenido en la formación del habla
castellana de América. Estas razones son:
La procedencia de las primeras
corrientes migratorias de colonizadores que poblaron a América. Las
primeras oleadas de colonos españoles provenían del sur de España: la
mayoría de los puertos de embarque hacia las Indias quedaban al sur
de España. Los tripulantes de las carabelas españolas eran enganchados
en Extremadura, Andalucía y Las Canarias. Estos primeros emigrantes
llegaron a América y se establecieron en el Caribe. Por esta razón, el
habla del Caribe conserva un sello andaluz. Estos primeros pobladores
de América provenientes del sur de España, trajeron consigo las tres
grandes características que más adelante ayudarían a conformar la
inconfundible modalidad del español de América, diferenciándolo del
castellano proveniente de la Península Ibérica. Estas tres grandes
características del castellano traído por los primeros colonizadores
fueron:
El Seseo: Pronunciación de c, s y z como
s. El seseo es la característica más importante del castellano de
América. Ejemplo: las palabras zorra, cine y sopa, en la realidad, las
pronunciamos con s, o sea, con un sonido fricativo, alveolar, sordo:
sorra, sine y sopa.
Todos los hispanohablantes de América
"sufrimos" de seseo, sin excepción. Solo algunos despistados hablantes
de Hispanoamérica, por ignorancia o afectación pronuncian la zeta
española, o lo que llamó en alguna ocasión Gabriel García Márquez,
"las zetas" inútiles de los españoles.
El Yeísmo. Pronunciación de la ll como
y. El Yeísmo es un fenómeno restringido a algunas zonas de América,
Centroamérica y Argentina, entre otros. En Colombia, por ejemplo, se da
plenamente en la costa Atlántica y en otras zonas. Ejemplo: las
palabras llanto, millón, callar, en realidad, las pronunciamos con una y
fricativa, palatal, sonora: yanto, miyón, cayar.
El uso preferencial de ustedes por
vosotros. O sea, en América utilizamos ustedes, y en España, usan
vosotros para la segunda persona gramatical, plural. En América
vosotros suena afectado y solo se usa en reducidas ocasiones en
discursos solemnes. Ejemplos:
En América: Ustedes van a casa o Ustedes fueron a casa.
En España: Vosotros vais a casa o Vosotros fuisteis a casa.
Estas tres características, el seseo, el
yeísmo y el uso preferencial de ustedes por vosotros, traídas por los
primeros colonizadores españoles definieron el habla castellana de
América frente a la modalidad del viejo continente, tanto que hoy en día
al visitar a España nos reconocen de inmediato por nuestra peculiar
habla.
Más adelante, llegaron colonizadores del
centro, norte y de las partes altas de España, Castilla, y remontaron
los ríos de América y se establecieron en los Andes: las zetas no
prosperaron en América, se quedaron en España.
Otras razones que influyeron en menor grado en la conformación del castellano de América:
El mayor o menor contacto del castellano
de los conquistadores españoles con las lenguas de América. En algunas
zonas de América, densamente pobladas, el idioma castellano se mezcló
con las lenguas indígenas como sucedió en México, Centroamérica y los
Andes de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay. En cambio, en
otras zonas, en donde la población indígena fue literalmente arrasada,
el castellano recibió pocos aportes de las lenguas vernáculas.
El aislamiento geográfico en que se
encontraban las distintas regiones de América. Pensemos por un momento
las dificultades de comunicación que había entre La Habana y Buenos
Aires, entre Caracas y La Paz o entre Santafé de Bogotá y México.
La ausencia de los medios de
comunicación masiva. Los medios de comunicación son medios unificadores
de la lengua y solo aparecieron a lo largo del siglo XX. Cosa
diferente está sucediendo en estos momentos en que los medios de
comunicación están contribuyendo al fortalecimiento y unificación de la
lengua.
En el pasado, las lenguas africanas de
los esclavos traídos dieron un significativo aporte a la lengua
castellana de América, sobre todo en el Caribe. Millones de esclavos,
con su cultura, mitos y leyendas, tradiciones, creencias religiosas,
música, folclor fueron desembarcados en los puertos negreros de
Cartagena, La Habana, Santo Domingo.
Recientemente, a lo largo del siglo
XX, por razones de dominio económico, político y cultural que ejercen
los Estados Unidos de América sobre esta parte del mundo, el inglés
está introduciendo un gran número de palabras al castellano. Todos los
fenómenos de la cultura y subcultura norteamericanas han encontrado un
terreno abonado al sur del Río Bravo: la política, la economía y los
negocios, la música, el deporte, la farándula, la moda, las costumbres,
la ideología, los valores, los productos y subproductos de la llamada
american way of life, sin contar la idea que se nos ha vendido durante
muchos años en el salón de clase y en los medios masivos de comunicación
del inglés como la lengua del éxito.
A pesar de la existencia real del
castellano de España y del castellano de América y de sus modalidades,
nuestra lengua conserva una unidad monolítica que despeja su futuro. El
castellano seguirá evolucionando sin sobresaltos como lengua viva y
sobre todo seguirá manteniendo su unidad como vehículo de comunicación
social, de invaluable patrimonio espiritual de la comunidad de
hispanohablantes de España, de América y del mundo.
Fuente: http://www.elmeridianodecordoba.com.co/index.php?option=com_k2&view=item&id=31337:el-castellano-de-am%C3%A9rica-una-historia-de-quinientos-a%C3%B1os&Itemid=141